La presidenta del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), magistrada Gladys María Gutiérrez Alvarado, inauguró el sistema de recarga de botellones de agua potable del alto juzgado, actividad enmarcada en el 24° aniversario de la creación de la máxima instancia judicial del país, además, en la continuación de las acciones que se ejecutan en pro de la optimización de las condiciones laborales de las y los servidores judiciales.

Luego de supervisar las nuevas instalaciones y el funcionamiento de cada uno de los equipos, la máxima autoridad del alto juzgado destacó que el sistema garantiza a las trabajadoras y los trabajadores agua para el consumo, de la mejor calidad y de forma gratuita.

El proyecto fue ejecutado por la Fundación Gaceta Judicial. En este sentido, su presidenta y gerente general de Administración y Servicios del alto tribunal, Dra. Lucía Longa, expresó satisfacción porque el sistema reforzará el bienestar que, desde diversas áreas, se presta a las y los trabajadores, por instrucciones de la Presidenta del TSJ.

Durante el acto inaugural la magistrada Gladys María Gutiérrez Alvarado también estuvo acompañada por el magistrado Henry José Timaure Tapia, segundo vicepresidente del TSJ y presidente de la Sala de Casación Civil; el magistrado Malaquías Gil Rodríguez, presidente de la Sala Político Administrativa y el magistrado Juan Carlos Hidalgo Pandares, integrante de la mencionada Sala, así como por gerentes, servidoras y servidores judiciales del alto tribunal.

Funcionamiento del sistema de recarga de botellones de agua potable

Con el sistema inaugurado, el vital líquido pasa por importantes procesos de filtración y purificación. Primero, el agua llega a un tanque de almacenamiento donde hace una recirculación con ozono, el cual actúa sobre las bacterias que contenga. Luego es sometida al sistema de filtrado de arena sílica, para la retención de partículas en suspensión. A continuación, pasa por un segundo filtro, que es de carbón activado, el cual actúa sobre los olores y sabores que estén presentes en el agua.

El sistema de microfiltración es el siguiente paso al que el agua es sometida; después de éste interviene la membrana de ultrafiltración, que actúa sobre microorganismos. Finalmente, corresponde el turno a una lámpara de esterilización UV, la cual también actúa como un blindaje en la eliminación de bacterias en caso de que alguna pueda  sobrevivir a los pasos anteriores. El proceso culmina con el lavado y llenado de los botellones para el consumo del personal.