"El sol de Venezuela nace por el Esequibo. Esta frase debe convertirse en esencia del alma nacional como pueblo, como territorio, como Estado y como sociedad, especialmente en este momento histórico asumiendo la defensa de nuestros irrenunciables y legítimos derechos sobre el territorio Esequibo, como patria libre y soberana, forjada por la gesta independentista de nuestro Libertador Simón Bolívar", así lo expresó el magistrado Juan Luis Ibarra Verenzuela, integrante de la Sala de Casación Penal y orador de orden del Acto de Apertura de las Actividades Judiciales 2018, en el Auditorio Principal del TSJ.

Ante esta afirmación, el Magistrado enfatizó que "desde esta tribuna rechazamos una vez más las pretensiones de la Secretaría General de las Naciones Unidas de enviar la controversia con la República de Guyana a la Corte Internacional de Justicia en La Haya. Al mismo tiempo ratificamos la plena vigencia del Acuerdo de Ginebra, único instrumento legal reconocido por las dos partes para la resolución de este diferendo. Debe quedar claro que Venezuela no permitirá el despojo de su territorio, el Esequibo es nuestro".

Durante su discurso, el Orador de Orden rememoró las arduas luchas históricas que al pueblo venezolano le ha tocado vivir desde la época de la emancipación en 1811 hasta la consolidación del Estado democrático y social de Derecho y de Justicia que se establece en la Constitución de 1999, logrando así refundar la República mediante la representación de los más elevados intereses en función de un destino común y una convivencia digna que apuesta al éxito de este modelo de Estado y del funcionamiento de sus instituciones, dentro del cual juegan un papel protagónico los órganos jurisdiccionales.

Respecto a la gesta independentista, el magistrado Ibarra expresó que los pensamientos de emancipación, junto con la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano influyeron en el primer Constituyente venezolano, Sebastián Francisco de Miranda, con su propuesta constitucional del incanato presentado a Williams Pitt (Primer ministro de Gran Bretaña (1783-1801 y 1804-1806). También influyeron de manera especial, en el pensamiento de Simón Bolívar, el gran constituyente Libertador, pues Bolívar es quien convoca: la Constitución de Angostura de 1819; la Constitución de 1821 del Rosario de Cúcuta; la convención de Ocaña de 1828, que reforma la Constitución de Cúcuta y la Constitución de 1830 en Bogotá, que es distinta a la de 1830 en Venezuela.

El Magistrado integrante de la Sala de Casación Penal citó el espíritu libertario de Simón Bolívar cuando pronunció que "las naciones son esclavas de su Constitución, ellas rigen el destino de sus ciudadanos. El espíritu de las leyes debe ser propio para los pueblos que las hacen, relativo a lo físico del país, al clima, a la calidad del terreno y a su pueblo…".

En la actualidad, la Carta Magna ha cobrado esta fuerza bolivariana, pues en ella se consagra la creación de un sistema de gobierno que se define como plenamente democrático, responsable, alternativo, pluralista, social y participativo, introduciendo las modalidades referendarias y otras formas de participación ciudadana. A pesar de los avances que se generaron con estos preceptos, el país ha tenido que afrontar un gran número de ataques y permanentes conspiraciones, golpes de Estado (11 de abril de 2002), golpes suaves reiterados y otras modalidades por parte de quienes han querido implementar el neoliberalismo nuevamente en esta Patria.

En respuesta a estas afrontas, el Magistrado aseveró que "el Poder Judicial venezolano asumiendo su compromiso histórico, nuestros Magistrados y Magistradas, jueces y juezas nunca han bajado la cabeza, ni se han doblegado ante las innumerables agresiones a las que hemos estado sometidos. La historia nos ha reclamado firmeza y dignidad y hemos respondido en consecuencia", al tiempo que aseguró que solo a través de la justicia se logra la paz verdadera y recordó las palabras de Bolívar en su Discurso de Angostura: "El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política".

Indicó que la gran mayoría del pueblo venezolano, independientemente de su posición política o ideológica, rechazó la violencia que buscaron sembrar en el país por lo que el presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, emitió el Decreto N° 2.830 del 1 de mayo de 2017, amparado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y convocó al Poder Originario para garantizar la preservación de la paz del país ante las circunstancias sociales, políticas y económicas actuales, en las que severas amenazas internas y externas de factores antidemocráticos y de marcada postura antipatria se ciernen sobre el orden constitucional.

"Una vez electa la Asamblea Nacional Constituyente del 2017, ante una contundente participación del pueblo venezolano que enviaba un mensaje al mundo, retornó la paz, el diálogo y la esperanza; en una Nación que quiere perpetuar sus valores republicanos que se puede caracterizar como profundamente democrático, participativo, protagónico, multiétnico y pluricultural que corresponde a un modelo constituyente de carácter revolucionario de participación popular", apuntó el Magistrado.

Finalmente, manifestó que lo anteriormente expuesto, "nos lleva a señalar claramente que los conflictos políticos, sociales y económicos que puedan presentarse en la República podrán ser resueltos; quedando evidenciado con la demostración que ha dado el Presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, el Poder Constituido y el Poder Constituyente, dentro del marco de la constitucionalidad y las leyes, en un Estado de Derecho y de Justicia fundamentalmente, siendo el diálogo y el mantenimiento de la paz social por sobre todas las cosas".