El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) participó en la III Conferencia de la Asociación de Magistradas Electorales de las Américas (AMEA), desarrollada durante dos días en Ciudad de México, México, donde se abordó entre sus  tema principales, todo lo referente con el flagelo de la violencia política en la región con perspectiva de género, encuentro en el que participaron como invitadas: la magistrada Indira Alfonzo Izaguirre, primera vicepresidenta del TSJ y presidenta de la Sala Electoral, junto a la magistrada Fanny Márquez Cordero, integrante de la mencionada Sala.

La participación de ambas Magistradas, quienes forman parte de la AMEA, se enmarca en las políticas que impulsa el presidente del Máximo Juzgado, magistrado Maikel Moreno, de ampliar los lazos de cooperación y el intercambio de saberes en diversos aspectos jurídicos con representaciones judiciales de otras naciones, con el objeto optimizar de manera constante el Poder Judicial venezolano. 

Las Magistradas venezolanas fueron convocadas con el objetivo de compartir experiencias y reflexiones sobre las acciones dirigidas al fortalecimiento de la participación de las mujeres en los procesos democráticos, así como dar seguimiento al observatorio regional sobre democracia paritaria, acoso y violencia política y a la vez establecer directrices para el mejor funcionamiento de las Asociación generando un plan de trabajo conjunto para la región.

La magistrada Indira Alfonzo Izaguirre manifestó que este encuentro permitió intercambiar las experiencias vividas en Venezuela a través su jurisdicción especial en la materia de la lucha contra la violencia de género, especialmente contra la violencia política antes, durante y después de los procesos comiciales.

Agregó la Magistrada del TSJ que es necesario concretar y visualizar cuál es el sistema integral que debería utilizarse en la región para diseñar el plan estratégico que permita enfrentar los desafíos actuales y del futuro a una vida libre de violencia contra la mujer, resaltando, en lo que respecta a la violencia política, que es una de las formas de violencia que existen en estos tiempos que limita la participación en ese ámbito a las mujeres.

Además, señaló que es importante un constante proceso de formación, difusión y capacitación del pueblo, así como de los jueces y juezas de las distintas jurisdicciones del país a los fines de fortalecer los procesos democráticos y garantizar el ejercicio efectivo de los derechos políticos de las mujeres en todos los espacios de la vida pública.

Por último, explicó la magistrada Indira Alfonzo que la equidad, igualdad y paridad en materia de género debe nacer desde el hogar y la educación inicial, es decir, de un constante proceso de formación de los niños, niñas y adolescentes hasta su vida adulta. "Tenemos un compromiso con nuestra sociedad, y desde el Estado tenemos que salir de las Instituciones y así generar espacios para el debate y la formación".

Entre tanto, la magistrada Fanny Márquez Cordero, integrante de la Sala Electoral, catalogó la participación de Venezuela en la conferencia como exitosa, al presentarse los aportes y avances del país con miras a concretar un modelo de ley que proteja a la  mujer a un vida libre de violencia en el campo político, que se ha generado en nuestros países.

El objetivo de este encuentro se centró en explorar el tema de la violencia política en razón de género y un taller sobre estrategias para prevenir y atender este tipo de violencia contra las féminas desde los órganos electorales administrativos y jurisdiccionales. La III Conferencia de la Asociación de Magistradas Electorales de las Américas contó con la participación de Magistradas en el ámbito electoral de varios países latinoamericanos, representantes de organismos internacionales, así como autoridades comiciales del país anfitrión. 

La AMEA se creó a raíz de la VII Reunión de las Magistradas de los Organismos Electorales de Iberoamérica realizada en Brasilia en 2016, constituyéndose como asociación en 2017. Sus principales ejes de trabajo según su acta de constitución, se centran en la coordinación y el diálogo sobre el tema de democracia paritaria entre los organismos electorales, la promoción del intercambio de buenas prácticas, la formulación de recomendaciones, la participación como observadoras a los procesos electorales y la sensibilización de los organismos electorales.